domingo, 27 de febrero de 2011

Los fenómenos meteorológicos y las coberturas en los seguros.

La virulencia con la que puede atacar las inclemencias meteorológicas nuestro patrimonio puede ser descomunal. En A Coruña, recientemente ha ocurrido  casi de todo; tornados, impactos de rayos en viviendas y hasta un fenómeno rarísimo denominado rayo bola.


Primero un rayo impacta en el tejado del número 22 de la calle Marola, provocando un incendio en la instalación de una antena parabólica propagándose el fuego rápidamente por las conducciones del gas. Ni que decir tiene que toda la zona de Monte Alto se quedó a oscuras.

La Torre de Hércules también recibió el impacto de un rayo, dejando toda la instalación eléctrica del monumento Patrimonio de la Humanidad hecha añicos. El viento también hizo de las suyas y en forma de tornado levantó varios tejados en viviendas de la zona rural.

Lo más sorprendente por inusual fue el rayo bola que cruzó la zona de Alvedro y desapareció sin causar daños por el Monte Alfeirán. Según televisión Española, el núcleo del rayo bola alcanzaba los 60.000 grados centígrados.

Todos nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena y cuando tenemos el siniestro encima buscamos nuestra póliza de HOGAR o la de la COMUNIDAD en donde vivimos y es cuando vemos el alcance de las coberturas contratadas.

Lo primero que debemos observar es si la valoración de nuestro bien patrimonial es correcta y no hay infraseguro que provoque la aplicación de la regla proporcional y por ello una indemnización inferior a los daños ocasionados.

Luego lo deseable, pues no siempre es así, es que coberturas básicas como: Daños ocasionados por los humos; los gastos de extinción de incendios; daños eléctricos; Gastos de salvamento demolición y desescombro y el desalojo forzoso por inhabitabilidad de la vivienda, el alcance de la cobertura sea hasta el 100% del capital contratado para el continente.

Pues por incomprensible que parezca hay compañías de seguros que delimitan estas coberturas a un porcentaje del valor del continente, un 10 ó un 15% o establecen una cuantía máxima de indemnización, por ejemplo hasta 12.000 €.

Cuando ocurre un siniestro de esta envergadura es necesario un fuerte desembolso de dinero para invertir en su reconstrucción y afrontar numerosos gastos. Acuda a un agente de seguros y que sea este el que le ayude a hacer una correcta valoración de su vivienda y le ofrezca una amplia cobertura básica.

No espera a que truene para acordarse de Santa Bárbara.


Alberto Veira
Técnico Superior en Seguros
albertoveira@msn.com